domingo, 5 de junio de 2011

Rosquillos fritos y sobresalto


Estábamos mi hermana y yo una tarde después de comer y dice ella ¿Hacemos rosquillos? Pues bueno, dije yo. Todo el mundo hacía siesta menos nosotras. Èramos adolescentes y la adolescencia, eso es lo que tiene que no te entra sueño, y luego cuando te mueres de ganas de echarte una siestecita, ya eres mayor y no tienes tiempo o no te dejan los niños ni las obligaciones, cosas de la vida.
Pues nos fuimos a la cocina y nos pusimos manos a la obra. Huevos, aceite, azúcar, ralladura de naranja, levadura, harina... Íbamos estupendamente y necesitábamos más harina, la masa ya casi estaba lista, pero hacía falta más harina. Fuimos a la despensa, seguro que habia más. Pues no encontrábamos la harina, vaya por Dios. Venga a rebuscar, venga a mirar por todos sitios y menos mal que al fondo, había un paquete esto ¿es harina, verdad? Es que no era de ninguna marca en concreto, pero tenía que ser harina, tenía toda la pinta, lo mismo la habían comprado a granel, nosotras qué sabíamos... Nos fuimos tan contentas a la cocina y acabamos nuestra magnífica masa de rosquillos. Y mi hermana, venga a probar la masa en crudo, es algo que siempre le ha gustado Maricruz, pruébala, está buenísima. Ni loca comía yo una masa cruda, siempre era lo mismo: que pruébala y yo que no, que no me gusta a mí eso...
El caso es que no las tenía yo todas conmigo con la harina aquella, era un poco basta, no parecía harina-harina. Pues nos pusimos a freír los rosquillos y yo cada vez más mosca con el asunto. Ya empezaban a revivir los de la siesta y fui a preguntar si alguien sabía qué era aquello del paquete. No sé si fue la cocinera o quién, pero alguien dijo Pero niñas ¡habéis usado la cola de encolar, que eso es cola de encolar! Ya sabéis, ese polvo blanco que echándole agua se convierte en cola.
¿Y ahora qué? Ay, ay, que se te van a pegar las tripas, dije yo. Fuimos a la habitación de mi madre, se lo contamos, salió pitando y llamó al médico de la familia, que le dijo que no pasaba nada, aunque preguntó si había comido mucho de aquéllo. Y la verdad, es que sí que, probando, probando se comió un buen pellizco. Yo me reía porque siempre  me da por reír en estos momentos tan delicados y como nadie lo entiende, me llevé la bronca del día.
Al final, no pasó nada pero cada vez que hago estos rosquillos, me acuerdo de aquella tarde en que mi hermana comió masa de rosquillos con cola de pegar y nos llevamos un sobresalto. Y aquí tenéis los rosquillos de mi casa, pero sin cola de encolar.

Ingredientes.
Por cada huevo:
1 cascarón de aceite de oliva. Si es aceite en elque se ha frito una cáscara de limón y unos granos de matalaúva y enfriado, mejor. Yo suelo tener en el frigo un tarrito de cristal con este aceite, así no tengo que andar esperando a que se enfríe, que siempre tarda un poquito.
3 cucharadas de azúcar.
1 sobre de levadura Royal.
Ralladura de naranja o limón.
La harina que admita.

Elaboración.

Cascar los huevos en un cuenco grande, suelo usar 2 como mínimo. Ahora, cogemos un medio cascarón, el que parezca más la mitad de un huevo aunque tampoco hay que andar midiendo con un calibre, y ponemos dos medidas de éste por cada huevo. Fácil ¿no?
Añadimos el azúcar y movemos con un tenedor. Ahora, la ralladura de naranja. Vamos echando la harina, que yo tamizo a través de un colador porque ahí también pongo la levadura, y seguimos moviendo con el tenedor. Cuando ya la masa esté manejable, pasamos al mármol de la encimera espolvoreado de harina y seguimos añadiendo harina.
Mejor quedarse cortos que pasarse. Si la masa está blanda y se pega a las manos, nos podemos untar las manos con un poco de aceite para darles la forma. Si tienen demasiada harina, se secarán y no estarán esponjosos.
Freir en aceite de oliva, donde hemos frito un tozo de cáscara de limón, que sacaremos antes de empezar a freir los rosquillos.
Escurrir en papel de cocina y rebozar en azúcar glas si queremos.

Y aquí está el vídeo del paso a paso.



9 comentarios:

  1. Vaya susto Maricruz! y tu hermana con que estaba rico. Que buenas se ven estas rosquillas!!!

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  2. Gracias, Mabel. La verdad, es que con cola o sin ella, están buenas jajaja. Besitos

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  3. Menos mal que todo quedo en un susto.

    Las rosquillas tienen una pinta estupenda, con lo que a mi me gustan.

    Me apunto la receta.

    Un abrazo,
    Mariví

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  4. Que pasada de anecdota MariCrus jajajaja es que con las hermanas siempre las hay ;) se ven muy ricas las apunto ;) besotess

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  5. Mariví, ya verás lo fáciles y rápidas que son. Besitos, guapa!

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  6. Ay, Mayca con tantos hermanos, nos ha pasado de todo! La verdad, es que es divertido :)
    Besitossss

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  7. Ante todo darte la enhorabuena por tu blog, es realmente ameno y las recetas que he visto hasta ahora me han encantado.
    Este es mi primer comentario, pero es que me he tenido que reir, pobre Paloma....
    Las rosquillas se ven riquisimas.
    Un beso y seguiré visitandote con asiduidad.
    Está ya tu blog entre mis favoritos y en la portada de "Mi cocina".
    Un beso

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  8. Jajajaja!! Noooo... somos 8 hermanos, y no he puesto nombres por aquéllo de la discreción jeje.
    El blog es muy jovencito, lo empecé en marzo de este año, pero me gusta la experiencia!
    Gracias paisana, yo entro al tuyo a menudo ¡malagueñas guisadoras! :P
    Besitos.

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  9. Yo creo que desde entónces no me come mucho tu hermana, porque cuando vamos a El Comedor, ella como que mucho no! Jajajaaj

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